Kylian Mbappé atraviesa un momento de calma y plenitud desde su llegada al Real Madrid. En conferencia de prensa previa al duelo clasificatorio de Francia contra Azerbaiyán, el delantero se sinceró sobre su vida en España y la diferencia con la que tenía en París. “Estoy más tranquilo en Madrid que en París, gracias a un marco de vida diferente”, confesó el jugador, quien luce más relajado dentro y fuera del campo.
El francés explicó que su adaptación al entorno madrileño ha sido positiva y que disfruta de un ritmo de vida más equilibrado. “No es un ataque contra Francia, pero es cierto que estoy más tranquilo allí. En Madrid, el entorno de vida es diferente. Es menos speed que en París”, comentó con una sonrisa. La presión mediática y la intensidad de la capital francesa parecían afectarlo más de lo que dejaba ver, y ahora el cambio de ambiente le ha sentado bien tanto en lo personal como en lo deportivo.
Mbappé aseguró sentirse en uno de sus mejores momentos con el club merengue, aunque reconoció que todavía puede mejorar. “Estoy marcando goles e incluso en el juego también estoy en una buena disposición, aunque pienso que todavía puedo hacerlo mejor. Hay que continuar porque esto no es más que el inicio de la temporada”, dijo el número 7 del Real Madrid, quien parece haber encontrado el equilibrio que tanto buscaba.
Durante la charla con los medios, el capitán de la selección francesa también habló del significado del dorsal 10 que porta con Les Bleus, un número con historia en su país. “Cuando miras a esos jugadores que han llevado este número, son jugadores que han marcado diferentes generaciones: Platini, Zizou (Zidane). Intento marcar mi generación; es un dorsal significativo en la historia de la selección francesa”, explicó con orgullo.
A pesar de reconocer que tiene algunas molestias en el tobillo tras su último partido con el Real Madrid, Mbappé aclaró que no piensa perderse el compromiso con su selección. “El seleccionador quiere que juegue. Creo que no habrá ningún problema”, afirmó, dejando claro que su compromiso con Francia sigue intacto.
El delantero francés parece disfrutar al máximo su nueva etapa en España, lejos de la presión constante que vivía en París. Madrid le ha dado algo que no se compra con contratos ni goles: tranquilidad. Y eso, para Mbappé, puede ser el inicio de una era aún más brillante.